Composición de la Tierra

A partir de los datos obtenidos del estudio del comportamiento de las ondas sísmicas, de la densidad del planeta, de los meteoritos y de los campos de estabilidad de los minerales y rocas que se suponen que pueden estar en las presentes capas profundas, se ha elaborado un modelo de la composición de la Tierra.

La hidrosfera y la Atmósfera contienen compuestos ligeros y volátiles que se separaron durante las fases de diferenciación geoquímica terrestre.
La corteza terrestre (5 a 33 km ) es la zona mejor conocida, dada su relativa accesibilidad.
Hoy la información directa (aunque parcial) sobre la composición del manto superior es gracias a la emisión de materiales volcánicos.
La composición del núcleo se deduce en base a sus propiedades físicas (densidad, elasticidad, existencia del campo magnético terrestre). Se propone que está formado por una aleación de hierro y níquel junto a otros elementos más ligeros en sus partes mas externas. La información referente al núcleo y del manto interior procede exclusivamente de fuentes indirectas, como la propagación de las ondas sísmicas y el estudio de los meteoritos.

         La corteza se extiende hasta la discontinuidad de Mohorovicic, donde las ondas* registran una brusca aceleración. A demás, en las regiones continentales, y a profundidad de unos 15km, se detecta otra discontinuidad llamada Conrad. La discontinuidad de Conrad separa la corteza superior, formada por rocas de naturaleza granítica, de la corteza inferior, que primitivamente se creyó que debería ser basáltica y que actualmente se piensa que está constituida fundamentalmente por eclogitas.

En las zonas oceánicas la corteza es distinta, y por ello se distingue entre una corteza continental y una corteza oceánica. La corteza oceánica fue considerada tiempo atrás continuación de la corteza continental inferior, pero la suposición era errónea, pues ni está formada por el mismo tipo de rocas ni la ha originado el mismo proceso. La capa superior de la corteza oceánica esta constituida por basaltos, según las muestras recogidas, y la capa inferior, por gabros, estos son el equivalente profundo del basalto.

Tanto en la corteza oceánica como en la continental existe un nivel superior discontinuo de sedimentos y rocas sedimentarias. El paso de corteza oceánica a corteza continental se lleva a cabo por medio de la corteza de transición, por el momento no del todo conocida.

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